Debido al gran interés en los efectos de los hongos en la salud mental, cada vez más y más instituciones de salud, así como gobiernos han unido esfuerzos para poder ampliar la investigación en este campo. Entre estas instituciones, encontramos a la reconocida Universidad John Hopkins de Estados Unidos, así como el gobierno de Oregon, Colorado y algunas ciudades en California.
Hasta ahora todas las investigaciones y estudios realizados están de acuerdo en varios puntos, entre ellos:
- La psilocibina es una de las sustancias más seguras que existen.
- La gran mayoría de las personas que utilizan los hongos en contextos terapéuticos o de forma intencionada, tienen una experiencia positiva.
- La psilocibina no causa daño al cerebro ni a los órganos.
A través de los distintos estudios realizados con sujetos de control, se ha encontrado que una sesión asistida de psilocibina con la guía de un terapeuta puede ayudar a personas en los siguientes casos:
- Miedo a la muerte (sobre todo en pacientes con enfermedades terminales).
- Tanatológicamente: para personas que buscan trabajar el fallecimiento de un ser querido.
- Personas con ansiedad y depresión. Se encontró que en la mayoría de los participantes, ellos recuperaron su deseo de vivir, la motivación por construir una mejor vida y mejorar sus relaciones.
- Personas con adicciones. Se han estudiado personas con adicción a diferentes sustancias como el alcohol, benzodiacepinas, cigarro, entre otras y en la mayoría de los casos, los participantes pudieron vencer su adicción y otro gran porcentaje pudo dejarla por un periodo de 6 meses.
Y estos fueron algunos de los comentarios más comunes reportados por los participantes en los estudios con psilocibina:
- Sensación de tener más energía y tener mayor productividad.
- Más felicidad y menos ansiedad.
- Mayor concentración, mejor organización mental.
- Empatía hacia las otras personas.
- Paciencia y control de las emociones.
- Incremento en la creatividad.
- Mayor sensación de presencia.